Antofagasta de la Sierra, corazón de la Puna catamarqueña

Antofagasta-LagunaAlumbreraEl aire de la Puna es muy particular, debido a su altura, la baja cantidad de oxígeno es notable. Pero sus maravillosos paisajes animan a los turistas a llegar hasta allí. Atreverse a alcanzar los 4000 metros de altitud y sentir el seco aire de montaña vale la pena cuando se contemplan los paisajes de este desierto catamarqueño.

Antofagasta de la Sierra es la entrada hacia un mundo diferente. Es una localidad ubicada en el departamento con menos densidad de población del país. Está a 3440 metros sobre el nivel del mar, se llega a ella a través de la ruta 43 y se encuentra a poco más de 400 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca.

La pequeña población se encuentra en una depresión, rodeada por un cerro e inmensos paredones que la aíslan de vientos. Por su ubicación, su clima es árido y seco. Los lugareños viven de los cultivos que pueden soportar este clima particular y la ganadería caprina. Pero desde hace unos años, el incremento de visitantes en la zona ha vuelto al turismo en la actividad principal.

La oferta de cabañas en Antofagasta de la Sierra está comenzando a crecer poco a poco. Aquí se puede disfrutar de la gastrnomía norteña, de una tranquilidad única y de unas vistas muy interesantes.

Muchos turistas utilizan el pueblo como paso hacia las numerosas actividades deportivas y culturales de la región. Desde allí, puede accederse a la práctica de caminatas por el desierto, mountain bikes, cabalgatas, avistaje de especies, safari fotográfico y travesías en 4×4. Muy cerca de Antofagasta se encuentran varios yacimientos arqueológicos, algunos de ellos en pleno centro. Por esta razón, el turismo cultural también destaca en la zona.

El clima seco y la amplitud térmica (que en invierno puede ir de 1° a 21° en un mismo día) hacen que visitar Antofagasta sea un auténtico desafío. Se recomienda llevar siempre a mano una botella con agua y tomarse el tiempo para caminar y disfrutar.

A unos 10 kilómetros del centro, pueden observarse dos volcanes: La Alambrera y Antofagasta, y la caldera más grande del mundo, del volcán Galán. Y a pesar de ser un desierto, también pueden encontrarse ríos muy correntosos en la región.

Esta localidad es el punto base para recorrer la Puna catamarqueña y los maravillosos paisajes de una región única.