Los caminos del sabor de la cocina misionera

Por la variedad de texturas, colores y sabores, la cocina misionera es considerada una “maravilla culinaria”. Los frutos típicos de esta zona con clima subtropical, la pesca fresca y una mezcla de sabores ancestrales y de la inmigración, dan una identidad propia a sus platos.

Puerto Iguazú es bendecida con un paisaje natural único. En plena selva y a pocos kilómetros de uno de las 7 maravillas del mundo, tiene a su disposición un mundo de sabores. Con una marcada identidad guaraní que fue recibiendo la influencia de los inmigrantes que en distintas oleadas llegaron a la zona, la gastronomía misionera reivindica sus raíces. Hace unos años, para los restaurantes de lujo que reciben a turistas de todo el mundo, era impensado servir sencillos platos como el “reviro” (comida típica de los jornaleros), pero hoy es un plato estrella para el desayuno, junto con otras delicias clásicas de nuestro país, como los alfajores o las torta fritas.

chipa-guauHoy, llevar a la mesa los platos típicos de la región es una tendencia. El desafío para los cocineros es reinventar lo tradicional, darle forma, pero sin perder todo aquello que los caracteriza. Por eso, en la carta de Iguazú no pueden faltar platos con surubí, dorado y pacú, combinado con verduras asadas y salsas caseras, también cuscús, cocú (unas hojitas que pueden usarse en la ensalada), el conocido chipá guazú, combinado con pickles y dulce de tomates. Para los postres, el mango, la guayaba y el maracuyá son las frutas más elegidas.

Para los que se animan a probar cosas nuevas, en Puerto Iguazú pueden degustar helados y alfajores de yerba mate, rosa mosqueta, grosella y mucho más. También confituras y dulces muy particulares, como ralladura de maní bañada en chocolate o dulces de madera, hechos con yacaratiá, un árbol sin celulosa.

aripuca-iguazuEn la última edición de la Semana Gastronómica de Puerto Iguazú, se presentó un plato muy especial: un “surubí en aripuca”. Realizada con bastones fritos de batata y mandioca, el objetivo era replicar la famosa trampa guaraní con forma de pirámide, construida con ramitas. La rica presa se acompaña con una salsa de maracuyá y vegetales de la zona.

En Puerto Iguazú se pueden visitar plantaciones de stevia, unas pequeñas hojas que sirven como edulzante natural. Por no poseer calorías y su alto poder endulzante, muchas personas la eligen en lugar del azúcar tradicional.

La cocina es mucho más que simple alimento, es identidad, es esencia, por eso, hoy se venden en los mejores restaurantes platos que, hasta hace pocos años, no eran “dignos” de una buena mesa. Hoy se los celebra, se los elige, porque son parte del alma del pueblo.