9 cosas que ver y que hacer en Purmamarca

Ubicado a sólo 66 km. de la capital de Jujuy, Purmamarca es un pequeño pueblo sobre la Ruta Nacional 52 que se dirige a la frontera de Argentina y Chile, conocida como Paso de Jama, a cuatro kilómetros de la Ruta Nacional 9.

En lengua aimara “purma” significa desierto y “marca” ciudad. Literalmente es “ciudad del desierto”, aunque la traducción más exacta es “Pueblo de la Tierra Virgen”. 

Con sólo 891 habitantes, Purmamarca es uno de los sitios más pintorescos de la quebrada de Humahuaca y la Argentina. 

El cerro de los siete colores y el río Purmamarca impregnan la ciudad de naturaleza y belleza. Además, es un lugar que conserva la arquitectura colonial y la tradición de los pueblos originarios.

A continuación hay 10 cosas que hacer en Purmamarca que no querrás dejar pasar.

1. Conocer el Cerro de los Siete Colores

Cerro de los Siete Colores

Declarado en el año 2003 Sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO debido a su enorme valor cultural, el Cerro de los Siete Colores es uno de los principales focos de atracción de los turistas que visitan Jujuy.

Fue originado alrededor de setenta y cinco millones de años atrás y lleva su nombre por los colores de los sedimentos que lo conforman: rosado, blanquecino, morado, rojo, verde, tierra, amarillo.

Podrás llegar al cerro por tus propios medios o con una excursión. Además podrás hacer el recorrido a pie en no más de una hora. 

También podrás apreciar el cerro desde la calle en la que nace la plaza principal de Purmamarca. El mejor horario para hacerlo es al amanecer o durante la mañana porque el sol estará de espalda a ti.

2. Visitar el Algarrobo Histórico

Algarrobo histórico – Crédito: Juan Carlos Piola

En el corazón de Purmamarca, sobre la calle Belgrano, a metros de la iglesia del pueblo, enfrente de la plaza principal, se encuentra un ícono turístico: el algarrobo histórico. 

El árbol tiene 700 años, mide 13 metros de alto y su copa es de 30 metros de diámetro. Fue testigo de la campaña del General Manuel Belgrano al mando del Ejército del Norte, a principios del siglo XIX, en la época de la lucha por la Independencia. Cuenta la leyenda que bajo esa sombra descansaron los soldados, incluso el mismísimo Belgrano.

Además, en ese lugar, en el año 1594, el cacique Viltipoco fue apresado por el gobernador de aquel entonces, Francisco de Argañaraz y Murguía.

Al llegar al algarrobo histórico podrás ver con tus propios ojos un trozo de historia y sacar fotos de un imponente monumento vivo.

3. Recorrer el Cabildo Colonial

Se trata del cabildo más pequeño de la Argentina y fue construido a mediados del siglo XIX, en el marco de las celebraciones de la Revolución de Mayo.

El Cabildo de Purmamarca es uno de los diez que todavía existen en el país, por lo que se lo considera un ícono de la arquitectura y la historia.

Se ubica frente a la plaza principal y se destaca por una hermosa galería de arcos. De fondo la vista ofrece cerros y cielo. Tiene una sola planta y un pórtico de seis arcadas. Sus paredes son gruesas y de adobe. El techo por dentro está construido con tablas de cardón y por fuera, recubierto por barro.

Desde el 2010, el Cabildo de Purmamarca funciona como centro cultural y cala de exposiciones.

4. La Iglesia Santa Rosa de Lima

Iglesia Santa Rosa de Lima

La pequeña Iglesia Santa Rosa de Lima se ubica a metros del Algarrobo Histórico y enfrente a la plaza principal, rodeada de los sitios más importantes de Purmamarca. Fue construida en 1648 y declarada Monumento Histórico Nacional en julio de 1941.

En su interior tiene una sola nave, angosta, que cuelga en sus paredes imágenes y pinturas cuzqueñas del siglo XIII, cuyas escenas relatan la vida de Santa Rosa de Lima.

Está construida de adobe y barro, y adentro, la carpintería es de cardón. Por fuera puede verse el campanario y el techo a dos aguas. Quienes la visitaron la describen como “un lugar encantador”.

Una buena fecha para visitar este lugar es a fines de agosto, ya que el 30 de ese mes ocurren los festejos en honor a la santa patrona.

5. Caminar por la Plaza 9 de Julio 

Plaza 9 de Julio

La vida social de Purmamarca ocurre en torno a la pacífica plaza. A su alrededor, locales, el Cabildo y la pequeña Iglesia. En su centro, la feria que convoca a miles de turistas con sus colores y piezas artesanales.

La Plaza 9 de Julio es eje de reuniones de lugareños que comparten un momento de descanso tras sus actividades y de niños que encuentran allí un lugar donde jugar, ya que conserva la tranquilidad y la seguridad propia de un pueblo.

Conocer la plaza es conocer el corazón de la cultura local de Purmamarca. Merece dedicarle tiempo y sentarse ahí a pasar un momento para vivir en primera persona lo más propio de la tradición local.

El lugar cuenta con Wifi gratuito y sitios de descanso.

6. Conocer el Cerro El Porito

Cerro El Porito

Purmamarca es un lugar ideal para recorrer a pie. Caminando por un pequeño sendero, partiendo desde el pueblo, podrás llegar hasta la cima del Cerro El Porito, un sitio propicio para tener una vista panorámica y observar el valle del río de la Quebrada y los tejados de las casas. 

La caminata puede hacerla cualquier turista ya que no presenta dificultad, sólo hay que pagar un módico abono para poder subir por el camino empinado ubicado frente al Cerro Siete Colores. Vale la pena llegar hasta la cima.

El nombre de “El Porito”, de fácil acceso, alude a su forma de “poro” o calabaza y es, sin dudas, el mirador de la ciudad.

Según los turistas que lo visitaron, de allí se pueden  sacar una de las mejores fotos de la Argentina.

7. Recorrer la Cuesta de Lipan

Cuesta de Lipan

Es una cuesta de aproximadamente 17 kilómetros que tiene origen en la ciudad de Purmamarca, pero está ubicada en el departamento de Tumbaya. Antiguamente de allí bajaban las mulas de la puna a la quebrada.

Es el camino que se toma para unir Purmamarca con Salinas Grandes. 

Cuesta de Lipán corresponde a un tramo empinado y en zigzag de la Ruta Nacional 52 y llega a 4.170 metros de altura en el Abra de Potrerillos.

Algunos metros antes de llegar a su tope tiene un mirador desde donde puede observarse la vertiginosa pendiente en casi toda su extensión.

La Cuesta de Lipán recibió el premio Obra Vial del año 2004, por la Asociación Argentina de Carreteras, que nuclea a todas las provincias, empresas del sector y el Gobierno Nacional.

8. Hacer el Paseo de Los Colorados

Paseo de Los Colorados

Se trata de un recorrido de 3 kilómetros ubicado a espaldas del pueblo y custodiado por el Cerro de los Siete Colores.

En Purmamarca se pueden ver carteles que indican el inicio del trazado, impregnado de las tonalidades rojas que le dan el nombre. Además deslumbran las distintas formas rocosas que aparecen en el camino y hacen volar la imaginación viendo en ellas distintas figuras.

La excursión se realiza por un sendero de tierra, pasa por el cementerio local -otro lugar que merece una visita- y culmina detrás del pueblo.

Es una experiencia única que cautiva a cualquier turista. Puede hacerse caminando, en bicicleta, e incluso cabalgando. Nadie puede irse de Purmamarca sin haber pasado por ese sitio.

9. Visitar la Feria de Artesanías

Feria de Artesanías

Las artesanías son, en gran parte, la base de sustentabilidad de Purmamarca. Los artesanos llevan sus productos alrededor de la plaza y allí los ofrecen. Son piezas coloridas y tradicionales como mantas, sombreros, bolsos, mochilas, instrumentos musicales y adornos que representan lo más típico de la cultura del lugar como su fauna y flora.

Las piezas están hechas con técnicas ancestrales, en su mayoría a mano, y eso puede verse también en distintos talleres de la zona.

La feria de artesanías es un paseo obligado, pero también hay alrededor varios locales donde se pueden encontrar decoraciones industriales aunque no menos bellas.

Estar en ese lugar permite interactuar de forma directa con los artesanos que cuentan en detalle cómo hicieron cada elemento y comparten su historia. 

El paseo puede durar un par de horas.

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