La Patagonia Argentina es una región mágica y llena de maravillas naturales que dejan sin aliento a quienes la visitan. Entre sus paisajes más impresionantes, se encuentra la famosa Ruta de los Siete Lagos, un recorrido que promete transportar a los viajeros a un mundo de belleza inigualable. Este trayecto atraviesa bosques, montañas, y conecta lagos cristalinos que reflejan la majestuosidad de la cordillera de los Andes. Sumérgete en esta aventura única mientras exploramos la ruta y sus tesoros escondidos
1. Villa La Angostura: Puerta de Entrada a la Ruta de los Siete Lagos
La travesía comienza en Villa La Angostura, un encantador pueblo de montaña rodeado de frondosos bosques y el lago Nahuel Huapi. Esta pintoresca localidad es conocida por su arquitectura alpina, su gastronomía regional y la calidez de su gente. Antes de emprender el viaje, es recomendable disfrutar de una caminata por los senderos cercanos o probar exquisitos platos en los restaurantes locales.
2. Lago Espejo: Un Espejismo Natural
El primer lago en el itinerario es el Lago Espejo, conocido por reflejar los picos de los Andes en sus aguas calmas. Es el lugar perfecto para tomar fotografías espectaculares y deleitarse con la serenidad del entorno. Durante el verano, muchos visitantes se animan a un chapuzón en sus aguas refrescantes y transparentes.
3. Lago Correntoso: Naturaleza en Estado Puro
Continuando por la ruta, se llega al Lago Correntoso, famoso por ser uno de los ríos más cortos del mundo. Sus aguas cristalinas y azuladas son el hogar de una abundante fauna acuática, y los amantes de la pesca encuentran aquí un paraíso para su afición. Además, las orillas del lago ofrecen excelentes puntos panorámicos para admirar la cordillera.
4. Lago Espejo Chico: Un Secreto Bien Guardado
El Lago Espejo Chico es un tesoro escondido que se presenta ante los viajeros como una grata sorpresa. Sus playas de arena fina y aguas prístinas son ideales para disfrutar de momentos de tranquilidad y paz. Además, este lago es famoso por las truchas que se pescan aquí, una delicia para los amantes de la gastronomía local.
5. Lago Villarino y Falkner: Un Abrazo de Lagos Gemelos
El camino continúa hacia los lagos Villarino y Falkner, que parecen abrazarse entre sí en un espectáculo visual impresionante. Los altos picos nevados que los rodean crean un contraste increíble con el color esmeralda de sus aguas. Los senderos cercanos invitan a caminatas y excursiones para conectarse aún más con la naturaleza circundante.
6. Lago Machónico: El Último de la Ruta
Finalmente, el Lago Machónico es el punto culminante de la Ruta de los Siete Lagos. Este lago salvaje y rodeado de bosques vírgenes es perfecto para aquellos que buscan experimentar la naturaleza en su estado más puro. Aquí, la paz y la serenidad reinan, brindando la oportunidad de desconectarse completamente de la vida cotidiana.
Sin dudas la Ruta de los Siete Lagos, es un viaje inolvidable para los amantes de la naturaleza y la aventura. Cada lago ofrece una experiencia única, y el recorrido en su conjunto teje un lienzo de paisajes espectaculares que perdurarán en los recuerdos del viajero para siempre. Esta ruta es un tesoro escondido en la vastedad de la Patagonia, y aquellos que se aventuren en ella, serán recompensados con la magia y la grandeza de la madre naturaleza. Así que, si estás listo para una experiencia que tocará tu alma y desearás contar una y otra vez, la Ruta de los Siete Lagos te espera con los brazos abiertos. ¡Anímate a recorrerla y descubrirás por qué es uno de los destinos más impresionantes de Argentina y el mundo!
