El sendero Carayá, la magia de los Esteros y los monos aulladores

Los Esteros del Iberá te invitan a vivir unas vacaciones en la máxima naturaleza, en un entorno en el que te verás obligado a desconectarte y disfrutar. Para recorrerlo, existen distintos senderos que permiten adentrarse en las maravillas de los humedales correntinos. Uno de ellos, el Sendero Carayá, se ubica en la entrada a Colonia Carlos Pellegrini.

Con un sendero de baja dificultad, se pueden atravesar estos 450 metros de zona selvática para conocer más a fondo cómo es la vida que rodea a los humedales y hogar del mono aullador. Es una actividad que puede realizarse por cuenta propia o con tour guiado y es apta para toda la familia. Recorrerlo no toma más de una hora.

monos aulladoresA pocos metros de la entrada al sendero, hay un cartel que advierte a los turistas sobre la presencia de los dueños del lugar: los monos aulladores, y otro que anuncia misteriosamente: “ellos ya te vieron”. La selva en galeria que se encuentra en esta zona es hogar de la única especie de primates silvestres que habitan el litoral argentino: el mono aullador o carayá. Se trata de una familia compuesta por cuatro hembras, algunas crías y un macho.

Los primeros monos aulladores llegaron a la zona cuando un cambio en la región generó un impacto ambiental tremendo: la construcción de la represa Yaciretá, en la década de los ’90. Con ello, se inundaron las islas cercanas a islas Apipé, donde vivían esta y mucha otra fauna autóctona. Con el fin de conservar las especies, los animales que habitan la región fueron reubicados en zonas cercanas. Así fue como una pareja de monos fueron llevados a esta pequeña selva.

inicio-del-senderoAdemás de los animalitos, en el sendero destaca la flora local que posee unos colores maravillosos. Por ejemplo, cinco variedades de orquídeas, que los turistas (desafortunadamente) suelen tomar de recuerdo y por eso en ocasiones no pueden observarse. Palmeras pindó, árboles de alecrin y catiguá, cáctus aéreos y barbas de viejo, pitanga, ñangapirí, entre otras.

Al encontrarse muy cerquita del camino, de vez en cuando la paz y la naturaleza son interrumpidas por sonidos provenientes del puente de acceso que conecta al pueblo con la ruta. Si bien es algo que “no encaja” con la armonía del lugar, es algo inevitable. Es el puente que el Ejército Argentino construyó hace más de 30 años para reemplazar a un servicio de balsas con el que se realizaba el cruce anteriormente. Si no fuera por este puente, el pueblo estaría incomunicado.

Anteriormente hablamos sobre los Esteros y te damos algunos consejos para visitar este hermoso lugar.
¿Ya te decidiste? Mirá acá las cabañas que te esperan en Colonia Carlos Pellegrini y empezá a armar las mejores vacaciones.